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TIPO DE SERVICIO Procedimiento

Indicaciones Dolor pélvico crónico, Infertilidad, Endometriosis, Síndrome adherencial, Recanalización tubárica, Miomatosis uterina, Otros

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CIRUGÍA LAPAROSCÓPICA

Procedimiento en el cual mediante pequeñas incisiones abdominales se accede al abdomen y se logra visualizar la cavidad peritoneal (el interior del abdomen y pelvis) a través de un aparato óptico (laparoscopio). Permite  realizar diversos procedimientos ginecológicos que en el pasado solo podían realizarse por medio de cirugía abierta.

Las principales indicaciones son:

  • Dolor pélvico crónico: El dolor prolongado requiere diagnosticar patologías que son mejor observadas y tratadas por laparoscopia.
  • Infertilidad: La laparoscopia es fundamental en el estudio de la pareja infértil.
  • Endometriosis: La visualización directa de la pelvis es la única forma certera del diagnosticar la enfermedad. Permite, además, determinar su extensión, grado de actividad y realizar al mismo tiempo el tratamiento quirúrgico de la misma.
  • Síndrome adherencial: Las adherencias consisten en un fenómeno inflamatorio que ocasiona que los órganos se adhieran unos a otros. Pueden causar dolor y ser resultado de cirugías previas, infecciones o endometriosis. La cirugía mínimamente invasiva las diagnostica y las trata, si bien tienden a recurrir, la laparoscopia por su menor trauma a los tejidos es el tratamiento de elección.
  • Hidrosálpinx: Daño de la trompa de Falopio que puede ocasionar obstrucción y acumulación de líquido dentro de la misma.
  • Recanalización tubárica: Pacientes que se han realizado cirugía para planificación familiar (ligadura de trompas o tubectomía) y desean revertirla.
  • Malformaciones uterinas: Anormalidades congénitas del útero.
  • Embarazo ectópico: Embarazo por fuera de la cavidad uterina, generalmente en la trompa de Falopio.
  • Tumores pélvicos: La laparoscopia permite determinar el origen de una lesión pelviana (ovárica o extra ovárica), orientar sobre su naturaleza y decidir si es posible el tratamiento por vía endoscópica.
  • Enfermedad pélvica infamatoria: Las infecciones pélvicas son una causa muy importante de dolor e infertilidad, la laparoscopia permite un diagnóstico de los procesos que inflaman la pelvis y permite un tratamiento adecuado incluso en casos que cursan con complicaciones de estas infecciones como los abscesos pélvicos.
  • Miomatosis uterina: El leiomioma uterino es el tumor sólido más frecuente en la pelvis femenina. La mayoría de las pacientes son asintomáticas, pero algunas pueden manifestar menstruaciones irregulares o abundantes, dolor pélvico, infertilidad o en algunos casos abortos a repetición. En las pacientes en que está indicada la cirugía las alternativas como la histerectomía (extracción del útero) o miomectomía (extracción de los miomas) que eran exclusivamente realizadas por técnica abierta, ahora pueden realizarse por laparoscopia.
  • Histerectomía: La resección del útero es la cirugía ginecológica más frecuente. En la actualidad la cirugía puede efectuarse en la mayoría de los casos por vía laparoscópica siempre que sea realizada por especialistas experimentados en laparoscopia operatoria y algunas de sus ventajas son menor sangrado y trauma quirúrgico, menor dolor, corta recuperación y menor tiempo de hospitalización.
  • Prolapsos genitales: La salida de los órganos pélvicos como la vejiga (vejiga caída), intestino, útero (caída de la matriz) o aún después de la histerectomía (cuando ya no hay útero puede caerse la cúpula vaginal) pueden también corregirse por laparoscopia o con técnicas combinadas que incluyan cirugía vaginal y laparoscópica.
  • Otras cirugías que pueden llevarse a cabo por esta técnica serían la Ooforectomía (resección de ovarios), Salpingectomía (extracción de las trompas de Falopio), cirugías para la Incontinencia urinaria (perdida involuntaria de orina), y en suma casi el 90 % de las cirugías ginecológicas.